La Asamblea Nacional de Panamá conmemoró el 208° aniversario del natalicio del Dr. Justo Arosemena, figura emblemática de la historia nacional, considerado el Padre de la Nacionalidad Panameña, cuyo legado sigue vigente como guía moral y cívica para el país.

En un acto solemne, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Herrera, encabezó la ceremonia, con la colocación de una ofrenda floral ante el busto del Dr. Arosemena, ubicado en la entrada principal del edificio legislativo, que lleva con orgullo su nombre.

En esta ceremonia, el jefe del Legislativo estuvo acompañado por la magistrada presidenta de la Corte Suprema de Justicia, María Eugenia López, el primer vicepresidente de la AN, diputado Eduardo Vázquez, así como Maritza Cedeño, presidenta del Colegio Nacional de Abogados; Carlos Alvarado, secretario general de la Asamblea Nacional, Fátima Agrazal, subsecretaria, y diputados de todas las bancadas.

Durante su intervención, el diputado Herrera destacó la prolífica carrera del Dr. Arosemena, subrayando su papel fundamental en la construcción de la identidad panameña. "Arosemena fue un ejemplo de pulcritud, patriotismo y dignidad. Su pensamiento, centrado en la justicia, la educación y el amor al Istmo sigue siendo un faro para quienes creemos en la democracia y el Estado de derecho", expresó.

La magistrada López, quien participó como oradora del evento, reafirmó la trascendencia del pensamiento autonomista del homenajeado. "Hoy, historia, derecho y vocación pública se entrelazan para rendir tributo a un jurista excepcional y modelo de integridad ciudadana. Justo Arosemena no solo pensó en el país: lo soñó con autonomía, justicia y equidad", afirmó.

La jornada también contó con la participación de jóvenes estudiantes de la Escuela Dr. Justo Arosemena y la Banda de Música del Instituto Roberto Chiari de Aguadulce, quienes entonaron las notas del Himno Nacional y amenizaron el evento con piezas musicales que pusieron el toque cultural y emotivo al acto.

El natalicio del Dr. Justo Arosemena —conmemorado cada 9 de agosto— también es reconocido como el Día del Abogado, en honor a sus valiosas contribuciones, al pensamiento jurídico y político nacional. Su visión y compromiso con la autodeterminación panameña siguen siendo fuente de inspiración para las nuevas generaciones.