Representantes de la Asociación de Bomberos Jubilados y de Reservistas de la Policía Nacional, Capítulo de Coclé, recibieron cortesía de sala en que expusieron sus reclamos en el recinto legislativo, formando parte de los grupos vulnerados que son partícipe de la política presidencial de tender puentes de comunicación.

Los voceros recibieron cortesía de sala para dirigirse al pleno de la Asamblea Nacional y explicar las reclamaciones respecto a prestaciones laborales adeudadas, cuyas sumas económicas asciendes a miles de dólares.

El dirigente de los bomberos jubilados, Javier Peña, manifestó que tienen varias reclamaciones, desde hace décadas, las cuales no han sido resueltas.

Mencionó el pago de la Prima de Antigüedad- de 2014 a 2023-, los tercios de la homologación y el 2% del Fondo Complementario correspondientes a rangos pendientes que les deben por ley.

Las camisas rojas pidieron modificar su ley para hacer efectiva sus reclamaciones laborales que, desde hace muchos años, aseveraron, les han sido negadas; por lo que esperan reunirse con la comisión legislativa respectiva, a fin de analizar estos temas que involucran al SIACAP, Cerpan, CSS, entre otras entidades.

En tanto, José Flores, presidente de la Asociación de Reservistas de Coclé, informó del no pago de vacaciones acumuladas, tiempos compensatorios, así como reclamaciones de bonos permanentes.

Añadió el dirigente que la creación de la Ley de Jubilaciones Especiales, en los años 90, solo beneficia a los que contaban con un alto rango (comisionados y subcomisionados).

Aseguró que éstos se llevan el grueso del dinero y prestaciones, por lo que solicitó a los diputados tratar lo expuesto en las Comisiones Permanentes de Trabajo recientemente conformadas.

Señaló el vocero que las jubilaciones especiales les permiten a los miembros de la Fuerza Pública retirarse tras cumplir 25 años de servicio y aunque el rango no afecta directamente el derecho, dijo que puede variar e influir en el monto de las pensiones que recibirían.